lunes, 11 de febrero de 2008

PANENCEFALITIS

Panencefalitis esclerosante subaguda es una enfermedad crónica, progresiva y rara que afecta niños y adultos jóvenes, causado por el virus de sarampión. Es caractizada por una historia de sarampión primario seguido por algunos años asintomáticos, y después deterioración lento y progresivo psiconeurológico que consiste de cambios de personalidad, ataques repentinos, mioclonus, ataxia, fotosensensibilidad, anormalidades oculares, espasticidad, y coma. Es causado por una mutación en la proteína M, interviniente en el proceso de brotacion, por lo que se acumulan nucleocapsides en el tejido neural.

ÉBOLA

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Virus Ébola es el nombre de un virus de la familia Filoviridae y género Filovirus, situación taxonómica que comparte con el Virus de Marburgo. Este nombre proviene del río Ébola (en la República Democrática del Congo, ex Zaire) donde fue identificado por primera vez en 1976 durante una epidemia.
El Virus Ébola es el causante de la fiebre hemorrágica de Ébola, una enfermedad infecciosa, altamente contagiosa y muy severa que afecta a todo tipo de primates (incluidos los seres humanos) y a otros mamíferos.




Taxonomía
Los virus Ébola y Marburg son las dos especies tipo del género Filovirus, el único conocido en la familia Filoviridae. Esta familia comparte muchas características con la familias aParamyxoviridae y Rhabdoviridae; todas conforman el orden Mononegavirales.
El virus Ébola presenta cinco subtipos:
1. Virus Ébola-Sudán
2. Virus Ébola-Zaire
3. Virus Ébola-Reston
4. Virus Ébola-Tai Forest
5. Virus Ébola-Bundibugyo
Morfología
El virus Ébola es un virus pleomórfico (de morfología variable), cuyos viriones suelen presentar formas filamentosas (de ahí su nombre "Filovirus", ver imagen) que pueden alcanzar grandes longitudes (hasta 14.000 nm); sin embargo, presentan un diámetro bastante uniforme (aproximadamente 80 nm).
El genoma del virus consiste en una molécula única de ARN monocatenario lineal de polaridad negativa (19,1 kb) que tiene la información codificada para siete proteínas estructurales que forman el virión.
El virión está constituido por un nucleoide proteico con forma tubular (20-30 nm de diámetro) rodeado por una cápside helicoidal (40-50 nm), a su vez recubierto por membrana regularmente espiculada, su envoltura viral, estructuralmente integrada por una única glicoproteína viral.
El nucleoide está constituido por dos tipos de proteínas: la proteína NP, cuya función es estructural; y la proteína L, una ARN polimerasa.
La cápside se conforma por varias proteínas: proteína P, VP30 (proteína que le permite desdoblarse dentro de una célula huésped), VP35, VP24 y VP40. Las proteínas VP24 junto con la VP40 forman una matriz que mantiene unidos el nucleoide con la cápside (nucleocápside viral).
Epidemiología
El virus se transmite por contacto directo con líquidos corporales infectados como la sangre, la saliva, el sudor, la orina o los vómitos.
El período de incubación varía de 2 a 21 días, lo más normal es de 5 a 12 días.
El reservorio del Virus Ébola podría ser un tipo de murciélago de la fruta.
Cuadro clínico
La sintomatología es variable; al comienzo suele ser, generalmente, súbito y caracterizado por fiebre alta, postración, mialgia, artralgias, dolor abdominal y cefalea.
En un lapso de una semana, una erupción, frecuentemente hemorrágica, aparece en todo el cuerpo. Las hemorragias se presentan generalmente desde el tubo gastrointestinal, haciendo que el infectado sangre tanto por la boca como por el recto. La tasa de mortalidad es alta, alcanzando el 90% y los pacientes generalmente mueren por shock hipovolémico por la pérdida de sangre.
Tratamiento
El virus del Ébola, como todos los virus "calientes", no tiene cura y ningún tratamiento específico. El tratamiento que se utiliza en la actualidad es mantener la vida de la persona mediante métodos de resucitación (RCP, respiración artificial) y controlar las hemorragias en la medida de lo posible.
En cuanto a una vacuna, se realizan investigaciones pero éstas se complican porque aún no se conocen todas las proteínas del virus y porque hay sólo dos o tres laboratorios equipados para trabajar con un virus como este.
Estos laboratorios se encuentran en EEUU y Rusia. Los más conocidos son los CDC (Centros de Control de Enfermedades) en Atlanta, Georgia, y el USAMRIID (United States Army Medical Research of Infectius Diseases, Centro de Investigación de Enfermedades Infecciosas del Ejército de los Estados Unidos).
Es de fácil reproducción en laboratorios, altamente eficaz por aerosoles, muy contagioso, la mortalidad por ébola puede llegar al 90%, y lo más relevante es que no existe tratamiento específico.
A pesar de lo que se creyó en un principio, se ha demostrado que el suero consistente en la sangre de los supervivientes al virus no es efectivo en el tratamiento de la enfermedad.
En 1998, Maurice Iwu anunció en el Congreso Internacional de Botánica que el extracto de la fruta de Garcinia kola, un árbol de África occidental, utilizado por curanderos locales en otras dolencias, detenía el crecimiento del virus en pruebas de laboratorio. No obstante, a fecha de junio de 2005, aún no se han realizado pruebas con animales o seres humanos.
Recientemente se han producido experimentos en primates de vacunas que han resultado ser 100% efectivas, aunque aún no se ha probado en humanos.
Científicos del USAMRIID y otros institutos han logrado producir una vacuna de Virus Ébola desactivado montado en virus del resfriado común, que parece haber tenido éxito en ratones y monos. Esto da esperanza a todos aquellos que viven en zonas donde el Ébola es endémico, y puede ser el primer paso para la elaboración de otras vacunas



RABIA

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La rabia es una enfermedad aguda del sistema nervioso central que afecta a mamíferos, incluidos los humanos. Es causada por un virus Rhabdovirus que se transmite por la saliva. Vectores animales importantes incluyen: perros, gatos, murciélagos, mangostas, zorros, mapaches, y lobos.
Este virus ataca al sistema nervioso central, y si no se trata con la máxima urgencia, acaba provocando la muerte del enfermo. Cuando una persona se contagia, los síntomas de la enfermedad pueden tardar entre 30 y 180 días en manifestarse.
Tratamiento
El tratamiento inmediato después de la exposición al virus de la rabia (ej. mordedura) impide el desarrollo de los síntomas, los cuales en ausencia de tratamiento conducirían irremediablemente a la muerte. Es recomendable lavar con agua y jabón, cuidadosamente y sin raspar la herida, ya que de este modo se ayuda a eliminar el virus, y acudir de inmediato a un centro hospitalario para recibir atención especializada. Tal atención en general consiste en la aplicación de la vacuna post exposición en los dos días siguientes a la mordedura. Las medidas de prevención de rabia en humanos comprenden tanto al tratamiento profiláctico pre o post exposición como las de intervención sobre los huéspedes del virus de la rabia.


SARAMPIÓN

El sarampión es una enfermedad infecciosa, bastante frecuente, causada por un virus del género Morbillivirus.
Patogenia
El sarampión se contagia por la respiración (contacto con los fluidos procedentes de la nariz y boca de una persona infectada, tanto directamente o mediante transmisión por aerosol), y es altamente contagioso - el 90% de las personas sin inmunidad que convivan con la persona infectada, se contagiarán. A través de la orofaringe o la conjuntiva, el virus llega al tejido linfoide local y las vías respiratorias altas, donde se reproduce originando una viremia inicial asintomática durante los primeros 4 días del contagio. Por vía hematógena o vehiculizado por los propios linfocitos, el virus asienta luego en el tejido linfoide del sistema reticuloendotelial (amígdalas, adenoides, timo, bazo, tejido linfoide intestinal, médula ósea), donde se multiplica y produce como efecto citopático las células de Whartin-Finkeldey, células gigantes con más de 100 núcleos e inclusiones eosinófilas. La necrosis de estas células da lugar a la segunda viremia con diseminación sistémica. Al décimo día del contagio se inician la respuesta inmune del huésped y la producción del interferón, que disminuyen progresivamente la tasa de viremia, y aparece la erupción con el exantema y enantema característicos que definen el período exantemático.
Manifestaciones clínicas
El periodo de incubación es de aproximadamente 10-12 días (durante los cuales no hay síntomas). El primer síntoma típico es la fiebre, que llega a alcanzar los 40 grados °C, continuando con tos y nariz moqueante, ojos rojos e hipersensibilidad a la luz.
Surgen granos pequeños, rojos e irregulares con centro blanquiazul que aparecen dentro de la boca, conocidos como "manchas de Koplik", y que son una de las formas primarias por las que la medicina diagnostica el sarampión antes de que aparezcan las características erupciones grandes y rojo-marrones que constituyen el sarpullido más comúnmente asociado con la aparición del sarampión.
Los sarpullidos y la fiebre desaparecen gradualmente durante el 7º y 10º día, desapareciendo los últimos rastros de las erupciones generalmente a los 14 días. Las personas infectadas son contagiosas desde la aparición de los primeros síntomas hasta 4 días después de la aparición de las erupciones.
Complicaciones
Células infectadas por el virus del sarampión
Las complicaciones con el sarampión son relativamente comunes, que van desde la habitual y poco grave diarrea, a la neumonía y encefalitis. Las complicaciones son generalmente más severas entre los niños y adultos que se contagian por el virus.
El porcentaje de fatalidad del sarampión entre las personas sanas en los países desarrollados es bajo: aproximadamente 1 muerte por cada mil casos. En los países en desarrollo con altos grados de malnutrición y servicios sanitarios pobres, donde el sarampión es más común, la cantidad de fatalidades es de un 10% aproximadamente. En pacientes immunodeprimidos, el grado de fatalidad es de aproximadamente un 30%.
Inmunización
En los países desarrollados, se inmuniza a la mayoría de los niños contra el sarampión como parte de la vacuna triplevírica SPR (introducida en 1963) (sarampión, paperas, rubeola). Los porcentajes de vacunación son lo suficientemente altos para hacer al sarampión relativamente poco común. Incluso si es fruto de un caso localizado, al sarampión se le suele hacer frente con programas de vacunación, en el supuesto de que el grupo de personas expuestas no sean realmente inmunes.
Se adquiere inmunidad permanente después de haber contraído la enfermedad.


domingo, 10 de febrero de 2008

VARICELA

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Síntomas y signos clínicos
Costras producidas por la varicela
El signo más característico de la varicela es una erupción en la piel que aparece en forma de pequeños granos que en poco tiempo se convierten en vesículas (ampollas llenas de líquido). Las vesículas suelen aparecer primero por la cara, el tronco y el cuero cabelludo, extendiéndose después por todo el cuerpo. También puede afectar a la boca y a la vulva. Uno o dos días después las vesículas se transforman en costras. Durante los primeros días aparecen varias oleadas de vesículas, por lo que pueden verse a la vez lesiones en varias fases evolutivas (lo que se conoce como patrón "en cielo estrellado"). Las lesiones de la piel suelen ser pruriginosas (picar).
En el periodo prodrómico (el espacio de tiempo que transcurre antes de que aparezca la erupción, generalmente uno o dos días antes) suelen presentarse otros síntomas como fiebre, dolor de cabeza, malestar general, pérdida de apetito y/o vómitos. Estos síntomas suelen persistir durante los primeros días de la enfermedad.
Diagnóstico
Pequeño paciente con las erupciones típicas de la varicela.
Generalmente la varicela se diagnostica por sus signos clínicos típicos, sin precisar de ningún tipo de análisis. La erupción vesiculosa y pruriginosa en oleadas, especialmente si hay antecedente reciente de contacto con un enfermo de varicela, es suficiente para establecer el diagnóstico.
Para casos dudosos o con fines de investigación se pueden emplear pruebas diagnósticas para detectar el virus en el líquido extraído de las vesículas, como el cultivo, la inmunofluorescencia o la reacción en cadena de la polimerasa. Para conocer si una persona es inmune a la varicela se utiliza la serología.
Tratamiento
Reposo y tratamiento.
Medidas generales
En niños sanos suele ser suficiente con una serie de medidas para aliviar los síntomas. Para la fiebre se emplea el paracetamol o el ibuprofeno, evitando siempre la aspirina (ácido acetilsalicílico), cuyo empleo para la varicela se asocia al síndrome de Reye. Aunque el uso ibuprofeno en niños con varicela se relacionó en un estudio de casos y controles con la aparición de fascitis necrotizante, estudios prospectivos no han vuelto a encontrar tal asociación . El picor puede aliviarse mediante lociones antipruriginosas o con antihistamínicos orales, talcos de coloides, o loción de calamina. Otras medidas que ayudan a evitar lesiones por rascado e infecciones de la piel son cortar las uñas y un baño diario con un jabón suave. (El baño debe ser corto para no favorecer la aparición de más ampollas).
Es importante aislar al enfermo durante la fase contagiosa de aquellas personas que no han pasado la enfermedad, en especial de las de mayor riesgo (adultos, adolescentes, embarazadas o inmunodeprimidos). Aunque tradicionalmente en muchos sitios se recomienda facilitar el contagio de los niños para evitar que la contraigan cuando sean mayores, no hay que olvidar que la varicela, aunque generalmente benigna, puede dar lugar a complicaciones graves. Hoy se dispone de vacunas que no evitarán que el niño se enferme pero sí harán que las lesiones sean menos graves.
La vacuna no es aplicable para quienes la han padecido y pretenden evitar segundas y sucesivas reapariciones (Herpes Zoster o Culebrilla). Se está experimentando con otra vacuna que sería útil para estos casos.
Antivirales
Como tratamiento específico frente al virus de la varicela-zoster puede emplearse el aciclovir, que dificulta la replicación del virus, acortando la recuperación del paciente con escasos efectos secundarios. En niños sanos menores de 14 años el aciclovir tiene un efecto muy limitado, por lo que no suele utilizarse. En cambio, en los pacientes de más riesgo (adultos, adolescentes e inmunodeprimidos) disminuye notablemente la intensidad de la varicela y el riesgo de complicaciones siempre que se comience a utilizar pronto (preferiblemente en las primeras 24 horas desde la aparición de la erupción). El tratamiento con aciclovir tiene por indicación absoluta a la paciente embarazada, a los inmunodeprimidos y otros con riesgo particular de desarrollar complicaciones (ej. neumópatas crónicos por la posibilidad de padecer una neumonía por el virus). Los pacientes adolescentes y adultos en general, excluidos esos grupos, pueden obtener un beneficio más bien discreto. Esta enfermedad suele ser muy grave para mayores
Prevención
Inmunización activa: vacuna antivaricela
La vacuna frente al virus varicela-zóster es una vacuna de virus vivos atenuados que se desarrolló en Japón en los años 70 del siglo XX, aunque no fue autorizada hasta la siguiente década. Todas las vacunas comercializadas en la actualidad proceden de la cepa Oka, llamada así porque fue aislada de las vesículas de un niño de 3 años con ese apellido. Es una vacuna muy eficaz, especialmente frente a las formas más graves de varicela. En aproximadamente un 5% de los vacunados puede aparecer una leve erupción varicelosa, con muy pocas lesiones, dos o tres semanas después de la vacunación.
La vacuna antivaricela fue introducida en el calendario vacunal de Estados Unidos en 1995 para niños a partir de los 12 meses de edad. Posteriormente otros países siguieron el ejemplo, como Canadá, Australia o Alemania. En otros países, como España en 2005, se ha optado por vacunar entre los 10-14 años de edad a los niños que no han pasado la varicela. La vacuna también es útil para evitar o reducir la enfermedad en las personas susceptibles que han estado expuestas al virus, si se administra en los 3 primeros días tras el contacto.
Inmunización pasiva: inmunoglobulina
La inmunoglobulina antivaricela, administrada por vía intramuscular, se emplea para prevenir la enfermedad en grupos de alto riesgo que han tenido contacto con un enfermo de varicela y que no pueden recibir la vacuna, como embarazadas, inmunodeprimidos o recién nacidos cuyas madres no han pasado la varicela.


PAROTIDITIS O PAPERAS

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•Parotiditis aguda, que pueden ser:
o Primarias: En este grupo se incluye fundamentalmente la parotiditis epidémica o paperas, enfermedad contagiosa (diseminación aérea) producida por un virus de la familia de los paramixovirus
o Secundarias: suelen ser bacterianas y en general suelen aparecer en pacientes con algún tipo de estado de inmunosupresión
Síntomas de las paperas
Muchos niños tienen síntomas muy leves o no tienen ningún síntoma. A continuación, se enumeran los síntomas más comunes de las paperas. Sin embargo, cada individuo puede experimentar los síntomas de una forma diferente. Los síntomas pueden incluir los siguientes:
• Malestar general leve.
• Molestias en las glándulas salivares, las cuales pueden estar inflamadas y dolorosas., puede ser uni o bilateral: alcanza su máxima expresión al tercer día remite lentamente en un plazo de tres a siete días. Si bien el compromiso generalmente es parotídeo, con cierta frecuencia las glándulas submaxilares también están afectadas, con mucho menos frecuencia ocurre lo mismo con las glándulas sublinguales
• Dificultad para masticar.
• Fiebre durante tres o cuatro días, poco elevada.
• Dolor de cabeza.
• Dolor en las glándulas salivares cuando come alimentos ácidos.
Se caracteriza por inchazon de las zonas cercanas al la parótida y por eso recibe ese nombre.


MONONUCLEOSIS INFECCIOSA

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La mononucleosis infecciosa (también conocida como la enfermedad del beso y fiebre glandular) es una enfermedad infecciosa causada por el virus de Epstein Barr (VEB), un miembro del grupo gamma —la misma familia del virus del herpes, pero también puede ser producida por el Citomegalovirus y en un 1% de los casos por Toxoplasma gondii.
Aparece más frecuentemente en adolescentes y adultos jóvenes, y los síntomas que la caracterizan son fiebre, faringitis o dolor de garganta, inflamación de los ganglios linfáticos y fatiga, lo que hace necesario un reposo absoluto total sobre todo para hombres, dependiendo de la gravedad de los síntomas.
Transmisión
Comúnmente llamada la enfermedad del beso, se transmite principalmente por las secreciones orales (saliva) o intercambio de saliva, en el 6% a través de besos (dato poco conocido), al beber del mismo vaso, etc. Se han descrito episodios epidémicos en varias partes del mundo. El virus se elimina hasta 18 meses después de la infección primaria; luego se elimina intermitentemente durante toda la vida (en ausencia de enfermedad clínica).
Síntomas
La fiebre es una de las características más comunes. Los ganglios linfáticos suelen estar inflamados, generalmente en forma moderada, haciéndose accesibles a la palpación en todos los territorios incluyendo los epitrocleares, pero con neto predominio de los cervicales. Si bien las adenomegalias carotídeas son las de mayor tamaño, las cervicales posteriores son las más características. Suelen ser simétricas, libres, elásticas y sensibles a la palpación. Puede haber adenomegalias profundas, sobre todo en hilios pulmonares y mediastino. En la mitad de los casos se acompañan de esplenomegalia, y en el 10 por ciento, de hepatomegalia.
La faringitis es de características variables, desde eritematosa hasta pultácea o úlceromembranosa. El síndrome dérmico está caracterizado por una erupción, generalmente de tipo exantemático, en la mayoría de los casos fugaz, ocasionalmente asociada con enantema. Otros síntomas frecuentes son: escalofrío, sudores, cefaleas (fuertes dolores de cabeza), artromialgias (dolor en musculos y/o articulaciones), astenia (decaimiento, agotamiento). Desde el punto de vista hematológico lo característico y de capital importancia diagnóstica es la linfocitosis con presencia de linfocitos atípicos. El Monospot ( prueba de anticuerpo heterófilo ) sirve para confirmar el diagnóstico, el cual es más confiable en pacientes mayores de cinco años. Los síntomas pueden ser también náuseas, vómitos y anorexia, así como fatiga extrema y apatía. También se han dado casos en los que el cuerpo de la persona se llena completamente de granos como si fuera una varicela.
Tratamiento
Aunque la mononucleosis infecciosa causada por VEB normalmente no requiere tratamiento, en casos raros puede desencadenar una falla aguda del hígado y la muerte. Se ha comprobado que en infecciones graves el agente antiviral valacyclovir puede reducir e incluso e eliminar la cuenta viral de VEB.
Esta enfermedad es peligrosa si la contrae una persona que sea promiscua a muchas relaciones ya que se contagiaria a gran número de personas. Es una enfermedad que rara vez mata pero es muy incómoda de llevar y se requiere bastante tiempo para su curación.